1) Lo visible
2) Lo invisible
3) La Confesión y el Padrenuestro
1) Lo visible
Una persona se arrodilla delante de un sacerdote, manifiesta sus pecados y recibe la absolución.
Pecado personal, libertad personal. Ser humano capaz de bien y de mal. Protagonista de su historia. Dimensión personal frente a los análisis estructurales y abstractos del mal: "el capitalismo", "el Estado", "el otro partido", "los ricos", "la sociedad".
La confesión toma en serio a cada persona, presuponiéndola libre, capaz de bien y de mal.
2) Lo invisible
3) La Confesión y el Padrenuestro
Una persona se arrodilla delante de un sacerdote, manifiesta sus pecados y recibe la absolución.
Pecado personal, libertad personal. Ser humano capaz de bien y de mal. Protagonista de su historia. Dimensión personal frente a los análisis estructurales y abstractos del mal: "el capitalismo", "el Estado", "el otro partido", "los ricos", "la sociedad".
La confesión toma en serio a cada persona, presuponiéndola libre, capaz de bien y de mal.
Hombre, ser capaz de conocerse, de arrepentirse, de reconocer sus errores personales. Conócete a ti mismo.
Lógica común: la culpa es de otros.
Lógica cristiana: primero, examen de conciencia.
Mt 7, 3-5: 3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? 4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Lógica común: la culpa es de otros.
Lógica cristiana: primero, examen de conciencia.
Mt 7, 3-5: 3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? 4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Se arrodilla: encogimiento del yo. Lenguaje del cuerpo. Olimpiada, boda...
Delante de otro: el pecado daña al pecador y a los demás. Formamos parte de un cuerpo. Si duele la uña, duele todo.No solo dañan los pecados externos -insulto- sino los internos: laboratorio de los externos.
Mt 15, 17-19: 17 ¿No sabéis que lo que entra por la boca pasa al vientre y se elimina en lugares retirados?18 En cambio, lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que mancha al hombre.19 Del corazón proceden las malas intenciones, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las difamaciones.
El formato de la confesión escenifica que el individualismo no es sanador ni curativo. Precisamos de la ayuda de los demás. Yo me las entiendo con Dios. Formamos parte de una familia. Nacemos en familia. Vivimos en sociedad. La Iglesia es una familia y una sociedad. Comunión de personas.
Manifestamos nuestros pecados: conciencia y libertad.
Ante un sacerdote que perdona en nombre de Dios: Dios Padre y nosotros hijos: hermanos. Verticalidad y horizontalidad. Todo pecado daña a Dios, no solo la ofensa directa a Dios, sino la ofensa a los demás y a uno mismo. Un padre sufre cuando los hijos se perjudican a sí mismos o se perjudican entre ellos.
Dios nos ha dado una ley, expresión de su amor: "si me amáis, guardaréis mis mandamientos". Decálogo.
Tres para con Dios.
Uno para los padres.
Cinco "externos".
Dos "internos".
Ley. Logos.
Él es el creador.
Los pecados no son caprichosos:
fumar es pecado, abortar no.
matar ballenas es pecado, la fecundación in vitro no.
Si el sacerdote siempre persona, ¿por qué confesarse una y otra vez?
Porque nuestro yo no es para sí, sino para los otros.
Porque el pecado es objetivo. Si el pecado fuera subjetivo, ¿qué necesidad hay de objetivación?
Porque el ser humano se mueve entre la laxitud y el escrúpulo.
2) Lo invisible
Encuentro personal con Cristo.
Cristo cura, perdona, y sigue curando a través de los sacerdotes.
Cristo resucita muertos.
Cura patologías graves, enfermedades graves, enfermedades leves.
Perdona (adúltera, cruz...)
La postura de rodillas ayuda a comprender que estamos delante de Cristo.
La confesión es un acto de reconocimiento de Dios, un acto de gloria a Dios, una alabanza a Dios. Una confessio.
Lo importante de la confesión es lo que no se ve: la gracia, que sana y eleva el alma. "Lo importante es invisible a los ojos" (el Principito).
Las patologías de la psique humana pueden curarlas (o intentarlo) psiquiatras y psicólogos.
El alma la cura de Dios.
Perdonar radicalmente solo lo hace Dios.
La "autoayuda" es válida si significa crecimiento en virtudes, pero aún para el crecimiento en virtudes precisamos de la ayuda de Dios y de los demás; pero si significa que uno mismo puede perdonarse, sanarse y curarse: no. Es expresión del individualismo. Somos ser para los otros, no ser para sí mismo.
3) La confesión y el Padrenuestro
Padre nuestro
(la santidad, la salvación no es individualista)
que estás en el cielo
(miramos al cielo, hacia arriba, no hacia nuestro yo)
santificado sea tu nombre
(la confesión es un acto de alabanza a Dios)
venga a nosotros tu reino
(tu gracia)
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
(nuestra voluntad se une a la de Dios, no a la de las encuestas de los medios de comunicación)
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Y no nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.
Amen
Mt 15, 17-19: 17 ¿No sabéis que lo que entra por la boca pasa al vientre y se elimina en lugares retirados?18 En cambio, lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que mancha al hombre.19 Del corazón proceden las malas intenciones, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las difamaciones.
El formato de la confesión escenifica que el individualismo no es sanador ni curativo. Precisamos de la ayuda de los demás. Yo me las entiendo con Dios. Formamos parte de una familia. Nacemos en familia. Vivimos en sociedad. La Iglesia es una familia y una sociedad. Comunión de personas.
Manifestamos nuestros pecados: conciencia y libertad.
Ante un sacerdote que perdona en nombre de Dios: Dios Padre y nosotros hijos: hermanos. Verticalidad y horizontalidad. Todo pecado daña a Dios, no solo la ofensa directa a Dios, sino la ofensa a los demás y a uno mismo. Un padre sufre cuando los hijos se perjudican a sí mismos o se perjudican entre ellos.
Dios nos ha dado una ley, expresión de su amor: "si me amáis, guardaréis mis mandamientos". Decálogo.
Tres para con Dios.
Uno para los padres.
Cinco "externos".
Dos "internos".
Ley. Logos.
Él es el creador.
Los pecados no son caprichosos:
fumar es pecado, abortar no.
matar ballenas es pecado, la fecundación in vitro no.
Si el sacerdote siempre persona, ¿por qué confesarse una y otra vez?
Porque nuestro yo no es para sí, sino para los otros.
Porque el pecado es objetivo. Si el pecado fuera subjetivo, ¿qué necesidad hay de objetivación?
Porque el ser humano se mueve entre la laxitud y el escrúpulo.
2) Lo invisible
Encuentro personal con Cristo.
Cristo cura, perdona, y sigue curando a través de los sacerdotes.
Cristo resucita muertos.
Cura patologías graves, enfermedades graves, enfermedades leves.
Perdona (adúltera, cruz...)
La postura de rodillas ayuda a comprender que estamos delante de Cristo.
La confesión es un acto de reconocimiento de Dios, un acto de gloria a Dios, una alabanza a Dios. Una confessio.
Lo importante de la confesión es lo que no se ve: la gracia, que sana y eleva el alma. "Lo importante es invisible a los ojos" (el Principito).
Las patologías de la psique humana pueden curarlas (o intentarlo) psiquiatras y psicólogos.
El alma la cura de Dios.
Perdonar radicalmente solo lo hace Dios.
La "autoayuda" es válida si significa crecimiento en virtudes, pero aún para el crecimiento en virtudes precisamos de la ayuda de Dios y de los demás; pero si significa que uno mismo puede perdonarse, sanarse y curarse: no. Es expresión del individualismo. Somos ser para los otros, no ser para sí mismo.
3) La confesión y el Padrenuestro
Padre nuestro
(la santidad, la salvación no es individualista)
que estás en el cielo
(miramos al cielo, hacia arriba, no hacia nuestro yo)
santificado sea tu nombre
(la confesión es un acto de alabanza a Dios)
venga a nosotros tu reino
(tu gracia)
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
(nuestra voluntad se une a la de Dios, no a la de las encuestas de los medios de comunicación)
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Y no nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal.
Amen
Mt 18
32 Este lo mandó llamar y le
dijo: "¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
33 ¿No debías también tú tener compasión de
tu compañero, como yo me compadecí de ti?".
34 E indignado, el rey lo entregó en manos de
los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.
35 Lo mismo hará también mi Padre celestial
con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos».
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