O mihi si superi uellent praestare roganti
ut tuo de tumulo flos ego cerna novum
crescere vel viridi ramo vel flore amaranti
vel roseo vel purpureo violaeque nitore,
ut qui praeteriens gressa tardante viator
viderit hos flores, titulum et sibi dicat:
"Hoc flos est corpus Flaviae Nicopolis."
¡Oh si los dioses quisieran concederme este ruego:
que yo vea crecer de tu tumba una flor nueva
-o de verde ramo o de la flor del amaranto,
o de brillos rosa, púrpura o violeta-,
y así, el caminante que al pasar retrasa sus pasos
pudiera ver estas flores y la inscripción y se diga:
“Esta flor es el cuerpo de Flavia de Nicópolis”!
Vale la pena saber latín, aunque sólo sea para leer estas palabras en la lengua en que fueron escritas...
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